Entre otras muchas consecuencias, la pandemia de la COVID-19 provocó la migración masiva de los empleados a sus hogares, y las organizaciones se vieron obligadas a movilizarse en torno al trabajo desde el hogar para frenar la propagación del virus, incentivar la atención y bienestar de los empleados, y garantizar la continuidad del negocio. Según el estudio Tecnologías habilitadoras de ecosistemas Smart Working de IDC Research España del 28 de septiembre patrocinado por Kyocera, este año el 30% de los trabajadores lo serán de movilidad, es decir, no volverán a la oficina de la manera habitual que conocíamos antes de la pandemia, lo que demanda un nuevo entorno organizativo y la tecnología habilitadora para el nuevo espacio de trabajo.
Según IDC Research España los cambios de este nuevo estilo de trabajo tienen implicaciones no sólo en la tecnología que brinda el uso de herramientas de colaboración empresarial y de conexión y comunicación, sino también en lo que respecta al espacio físico y a la propia cultura de las organizaciones, que se vuelve más horizontal y colaborativa.
Este nuevo estudio revela que, en España, el mercado asociado a la transformación del puesto de trabajo seguirá la senda europea, creciendo a tasas anuales del 17% en el acumulado 2021-2024, con un importante incremento sin duda motivado por la tendencia que se está viviendo hacia el trabajo en cualquier lugar. Para consolidar este hecho se hace necesario acometer una transformación no sólo en lo que respecta a la tecnología que facilita la colaboración, sino también en un mayor aprovechamiento de los datos para incrementar la productividad del empleado.
En la actualidad, el foco de las iniciativas de transformación del puesto de trabajo en España se centra en incrementar la productividad y experiencia del empleado, y la retención del talento, así como en mejorar la competitividad de las organizaciones mediante la optimización de la relación con el empleado y, por tanto, con clientes y partners. Todo ello en el marco de la seguridad como pilar fundamental, así como de iniciativas de gestión de proyectos y automatización que permitan adaptar la operativa a la nueva era digital.
Hacia el Smart Work
En el estudio de IDC Research España patrocinado por Kyocera se hace referencia a que el trabajo ya no está asociado a un lugar o ubicación físicos, ni a tiempos estrictamente definidos del día, ya que cada vez se trata más de una actividad que se puede realizar desde cualquier lugar, dispositivo y momento. El denominado Smart Work va más allá del contexto actual de Hybrid Work. Nos encontramos ante nuevas estructuras empresariales que en la mayoría de las organizaciones implican la reestructuración de los procesos apoyándose en las nuevas tecnologías disponibles para tal efecto.
Todo indica que la automatización de procesos seguirá siendo un componente esencial del gasto y de la agenda estratégica de los CIOs en España. Con un mercado que crece en Europa a un 35% hasta 2022, las empresas reconocen que seguirán invirtiendo de manera decidida en la automatización como fuente no solo de eficiencia, sino como base para lograr la agilidad empresarial.
En este nuevo ecosistema de trabajo en las empresas, el trabajo de los empleados se ha de asociar a resultados, en un entorno líquido en el que la transición entre el componente digital y físico es transparente para el empleado. Ello permite diferentes estilos de trabajo que inciden en la sostenibilidad, favoreciendo la reducción del impacto ambiental de la actividad empresarial mediante la reducción de emisiones de CO2 por desplazamientos, así como del consumo energético, al emplear tecnología que contribuye a minimizar la huella ambiental.